
La mentalidad de logros puede ser peligrosa
¿Qué es más importante para ti: obtener un logro o definir la dirección en la que llevas tu vida? Cuidado con responder demasiado rápido, ya que puedes tropezarte con tus propias palabras o, peor aún, tus acciones muestran una falta de congruencia. Tu puedes pensar que la pregunta tal vez carece de importancia, pero si miras cómo vives tu vida hoy día, en algún momento una de las dos alternativas va a revelar algo de ti y de tu vida. O de las dos. Cuidado con la mentalidad de vivir generando logros. Puede cegarte.
Durante mucho tiempo perseguí obtener los logros, los reconocimientos o las metas, sin darme mucho tiempo para reflexionar la dirección que llevaba mi vida. Eso me llevó a vivir mi vida tan ciegamente obstinado, obsesionado o hasta hipersensiblemente enfocado en lo que deseaba alcanzar, que no tomaba en cuenta la gente, las relaciones, las oportunidades o las etapas que pude haber desarrollado y/o madurado como hombre, ser humano y hasta como profesional.
La atrevida ignorancia
Ingenuo, inconsciente o ignorante, durante mucho tiempo pensé que la acumulación de logros sería igual a una dirección de vida. Tonto. La suma de éxitos sólo es eso, una suma de éxitos. Pueden mostrar un crecimiento aparente, hasta tener cosas en común, pero al hilarlas todas, pueden dejarte en un lugar muy solitario, aislado, egoísta, pero muy vacío o falto de elementos que le brinden plenitud, color, contexto, amplitud, definición o propósito a tu vida.
Vuelvo a repetir algo que he dicho yo y muchos de los que enfocan sus esfuerzos en el crecimiento personal. Es vital definir tu propósito de vida. Eso que quieres que sea lo que defina tu vida. Si no sabes o no puedes definir en este momento tu propósito, por lo menos define la dirección en la que vas a dirigir tu vida. Qué cosas NO SON NEGOCIABLES, ADMISIBLES o no vas a permitir (o permitirte) porque atentan contra la dirección en la que quieres llevar tu vida.
Claro ejemplo
Ayer una gran amiga me decía: «hace algún tiempo aprendí a poner límites y decir: «esto no me lo tengo que tragar o permanecer aquí no importa si es una pareja, un familiar, un amigo, un socio, un cliente. Me conllevó mucho dar ese paso, pero cambió mi manera de verme, valorarme, respetarme o vivir la vida. Me costó tiempo hacerlo, pero ahora ya lo hago de manera natural y sin mucho esfuerzo».
Lo que escuché detrás de sus palabras fue: «tengo claro la dirección en la que voy a llevar mi vida. No me voy a vender ante lo que pueda ser un logro (llámese la comodidad de una relación de pareja, un negocio o contrato lucrativo, un logro a costo de sacrificar valores o principios o hasta ser cómplice de algo que resta y no suma». A eso me refiero. En algún momento todos hacemos un alto para mirar y preguntarnos: ¿hacia dónde voy? Exito (o logros) no siempre significa congruencia, valores o principios. Puedes ser el calvario de ellos.
Las preguntas que hablan sin responder
¿De qué te sirven mil títulos, logros, éxitos o puestos si la dirección en la que llevas tu vida no refleja tu mejor versión? (No confundas capacidad de alcanzar logros con inteligencia espiritual o emocional).
¿Qué vas a decir al final del día: pagué el precio del sacrificio y en el momento quemé todos los puentes que me conectaban al amor?
¿Hasta cuándo vas a permitir que tus carencias afectivas o las heridas de tu pasado sirvan de escudo, excusa o justificación para seguir comportándote como un toro en una cristalería a lo largo de tu vida?
¿En qué momento vas a mirar que el fin no justifica los medios, sino valorar los medios que tienes hoy disponibles ya que de alguna manera están ahí como un puente de conexión entre tú y la dirección en la que quieres llevar tu vida?
Nuevamente, ¿qué es más importante: alcanzar el logro o definir la dirección de tu vida? Antier te hablé del secreto detrás del éxito, hoy te reitero la importancia de definir tu dirección, un propósito. Unido a esto, los valores y/o principios por los que vas a regir las acciones que vas a tomar hacia ese propósito y/o dirección. De no hacerlo, puedes terminar con las manos llenas de éxitos y logros y el corazón vacío. Tú eliges, tú decides, tú defines y, lo más importante, tus acciones ahora mismo hablan mucho al respecto. ¿Qué vas a hacer al respecto?
