Cuando era adolescente, fui parte del coro de la iglesia de mi pueblo por casi dos años. Junto a mis primos Galdo, Doris, Licita y algunos compañeros más, todos los domingos tocábamos y cantábamos en los servicios de misa.
Si me dieran una moneda por cada vez que alguien me pregunte algunas de las siguientes preguntas, tendría mucho dinero. ¿Cómo defino o descubro mi propósito?
Era entre las 4 y 5 de la madrugada. Venía solo regresando un domingo en la madrugada de estar en una discoteca. Venía en un viejo coche Fiat que mi padre me había regalado.